El virus de la hepatitis C puede propagarse al compartir agujas, jeringuillas y otros equipos contaminados para inyectarse drogas, al compartir pajitas para esnifarlas, al pincharse con agujas y durante el parto. La transmisión sexual se produce, principalmente entre hombres homosexuales. La hepatitis C puede ser desde una enfermedad leve que dura unas semanas hasta una enfermedad grave de por vida. La hepatitis C crónica no tratada puede causar graves daños en el hígado, cirrosis, cáncer de hígado e incluso la muerte. Aunque no existe una vacuna, hay tratamientos disponibles para eliminar el virus del cuerpo, lo que lleva a su curación.
Obtenga más información sobre el VIH, incluido quién está en riesgo, dónde hacerse la prueba y cómo puede prevenirlo.